La futbolista Jenni Hermoso declaró en la primera sesión del juicio contra el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, y tres ex altos cargos de la federación, por el beso no consentido que recibió tras ganar el Mundial de 2023.
Durante su testimonio, la jugadora aseguró que se sintió violentada y “poco respetada” en ese momento, y que desde entonces su vida parece haberse quedado “en stand by”.
“No lo aprobé”, afirmó tajantemente la actual jugadora de Tigres de la UANL, quien además negó haber escuchado que Rubiales le pidiera “un piquito”, como él sostiene. “Si lo hubiese oído, tampoco habría consentido”, añadió.
Sabía que me estaba besando mi jefe y esto no debe ocurrir
En su testimonio, Hermoso relató cómo vivió el momento en el que Rubiales le dio el beso tras la final del Mundial en Sídney, el 20 de agosto de 2023.
Explicó que tras saludar a la reina y a la infanta Sofía, llegó hasta Rubiales, quien la abrazó y le dijo “la que hemos liado”. Acto seguido, el exdirigente dio un brinco, colocó sus manos en sus orejas y le dio el beso en la boca.
“Nada más bajar supe que eso no era normal. Me sentí poco respetada. Fue un momento que manchó uno de los días más felices de mi vida”, denunció Hermoso, quien además recalcó que “esto no ocurre ni debe ocurrir en ningún ámbito laboral o social”.
Acosada el día más importante de su carrera deportiva, acosada por denunciarlo y juzgada socialmente por no ser la ‘buena víctima’ que quieren que se.
El “No tengo que estar llorando; mi actitud no quita lo que yo siento” de Jenni Hermoso hoy es otra lección. Por todas, gracias pic.twitter.com/TdHDVbOw6i
— Marta Griñán (@GrinanMarta) February 3, 2025
Las presiones para justificar el beso
Hermoso también detalló las presiones que sufrió por parte de Rubiales y otros miembros de la RFEF para que justificara el acto. Contó que en el vestuario, en el avión de regreso a España y durante un viaje a Ibiza al que asistieron varias jugadoras, se le pidió “incontables veces” que hiciera un comunicado o un video con Rubiales minimizando el suceso.
Incluso, el propio expresidente le solicitó en la escala en Doha que hablara a su favor “por sus hijas” y le llegó a decir algo que la afectó profundamente: “A ti y a mí nos gusta lo mismo”.
Jorge Vilda, entonces entrenador de la selección femenina, también intentó convencerla, así como su hermano, sugiriendo que habría una “compensación” si accedía.
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