El Real Madrid vivió una noche tensa tras la derrota 0-2 frente al Celta, resultado que profundizó la crisis deportiva del equipo y dejó a Xabi Alonso al borde del despido.
La reunión posterior al encuentro, que se prolongó más allá de la una de la madrugada en los despachos del Santiago Bernabéu, definió que el duelo contra el Manchester City será la última oportunidad del técnico para sostenerse en el cargo.
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Un desplome deportivo que prende alarmas
El Madrid, que hace poco más de un mes lideraba LaLiga con cinco puntos de ventaja sobre el Barcelona, ahora se encuentra cuatro por debajo. En las últimas cinco jornadas solo ha sumado una victoria, un rendimiento que encendió las alertas en la directiva. Durante la reunión se discutió incluso la destitución inmediata de Alonso, pero finalmente se acordó esperar hasta el partido del miércoles.
En ese mismo encuentro, los responsables del club comenzaron a evaluar el mercado de entrenadores. En la lista preliminar figuran dos nombres de peso: Zinedine Zidane y Jürgen Klopp, candidatos mencionados con fuerza en caso de que el equipo no reaccione.
Celta vs. Real Madrid Foto:AFP
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Relación con el vestuario, en un punto crítico
Uno de los temas más delicados tratados en la reunión fue el clima interno del equipo. La relación entre el vestuario y el técnico se considera irreparable, lo que agrava la situación del entrenador. La supuesta conjura de Atenas, que buscaba recomponer la unidad del grupo, ya no tiene efecto.
Además, las declaraciones de Alonso tras el partido no mitigaron el malestar dirigencial. El técnico afirmó ante los medios: «Un partido malo en casa se puede tener», y atribuyó parte del bajo rendimiento a la lesión de Militao: «Nos costó recuperarnos anímicamente de eso». Ambas frases fueron recibidas con desagrado por la zona noble del club. Cuando le preguntaron si se veía con fuerzas para continuar, respondió: «Por supuesto». Y al ser cuestionado sobre si se jugaba el puesto frente al City, sostuvo: «Nos jugamos tres puntos».
Xabi Alonso Foto:AFP
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Caos en el campo y expulsiones que agravaron la crisis
El partido ante el Celta fue caótico para los blancos. Tras una primera hora sin reacción, el equipo se enredó en discusiones con el árbitro Alejandro Quintero y terminó con dos expulsados, además de la roja a Endrick por protestar desde el banquillo. Alonso criticó duramente al juez: «Nos han desquiciado las decisiones del árbitro… No me ha gustado la actuación y luego la tarjeta a Álvaro la ha sacado con muchas ganas».
Aun así, hubo una breve reacción luego de la expulsión de Fran García. Mbappé estuvo cerca del empate con una vaselina que se fue alta, pero el Celta sentenció en el descuento, ya con Carreras expulsado. El técnico reconoció la frustración general: «La reacción ha sido cuando nos hemos quedado con uno menos… Estamos enfadados y entendemos que la gente también. Es responsabilidad de todos».
El City, el examen definitivo
Con el vestuario dividido, la directiva presionando y los resultados en caída libre, el partido del miércoles se convirtió en el punto de quiebre para definir el futuro inmediato del banquillo blanco. La continuidad del entrenador dependerá de un resultado que no solo alivie la crisis deportiva, sino también la fractura interna del equipo.
MARÍA CAMILA SALAS V
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO

















