El impacto de San Diego FC en su debut en la MLS en este 2025, ha sido especial. El onceno dirigido por Mikey Varas terminó la temporada como primero de la Conferencia del Oeste con 63 puntos y es uno de los favoritos para pelear por la Copa MLS.

A pesar de que el presente ha arrojado rápidamente grandes resultados, el club sudcaliforniano piensa en su futuro y para eso se enfoca en sus bases.

El SDFC está construyendo, junto a la red internacional Right to Dream, una academia de fútbol que envuelve un proyecto educativo, deportivo y social. El proyecto busca cambiar el modelo de desarrollo juvenil en Estados Unidos, eliminando las barreras económicas y apostando por un enfoque integral que combina fútbol, educación y carácter.

“Esto no es sólo una academia, es un entorno que forma personas”, explica Rafael Calderón, subdirector del programa y exjugador profesional en México con experiencia en clubes como América, Pumas y Tigres. “Buscamos desarrollar jugadores con valores, mentalidad de equipo y ambición, pero también con herramientas para la vida”.

La academia, que se sitúa en un campus de 28 acres en tierras de la tribu Sycuan, en El Cajón, es la primera de su tipo en Norteamérica bajo el modelo Right to Dream. Ofrecerá un programa residencial totalmente becado, con escuela, alojamiento, alimentación y formación deportiva para niños y adolescentes.

“El acceso no depende del dinero, se trata del talento y del carácter del jugador”, enfatizó Calderón.

El proyecto está dirigido por Tyler Heaps, director deportivo y gerente general del club, quien llegó con la tarea de construir todo desde cero: desde las instalaciones hasta el reclutamiento del personal y de los primeros jugadores.

Heaps, con apenas 33 años, es el dirigente más joven en el rol de gerente general en la MLS y es un especialista en análisis de datos que ayudó a crear el departamento de analítica de la Federación de Fútbol de Estados Unidos, además abrió nuevos caminos como analista en el AS Mónaco de la Ligue 1.

“Ha sido un proceso intenso, pero muy gratificante”, dijo Heaps. “Queremos que lo que estamos haciendo aquí alcance los mismos estándares de excelencia que Right to Dream ha logrado en África y Europa”.

Las instalaciones reflejan esa ambición. El complejo incluirá un edificio de rendimiento de 50,000 pies cuadrados, campos de césped natural y sintético, residencias estudiantiles y aulas donde los jóvenes recibirán educación formal.

Uno de los elementos más innovadores es su modelo de inclusión transfronteriza. El progama se adapta a las reglas internacionales para permitir que jóvenes de Tijuana y otras regiones cercanas de México también participen.

“Tenemos dos jugadores de Tijuana en la primera generación”, explicó Calderón. “Las regulaciones de FIFA tienen ciertos límites, pero diseñamos un modelo híbrido que permite integrar talento mexicano que vive dentro del rango permitido”.

Mateo García Galindo nació en Tijuana y reside en San Diego desde que tenía tan solo tres años. El joven de 11 años es uno de los residentes de la academia.

“En un día típico aquí nos despertamos temprano, hacemos artes marciales, la cual me gusta mucho. Luego a la ducha, desayunamos, y de ahí nos vamos a la escuela”, dijo García Galindo. “Me encanta la escuela aquí, aunque puede ser difícil… pero puedo superarlo. Después del almuerzo tenemos una reunión o vamos directamente al entrenamiento”.

En la primera generación, el programa cuenta con 19 jugadores, aunque la meta es alcanzar alrededor de un centenar conforme se amplíen las categorías.

El oriundo de Las Vegas Eaglede Knijff, cuyo padre es sueco y madre ghanés, es uno de los jóvenes integrantes de esa primera generación de la academia que ahora reside en las instalaciones del club.

Según el joven jugador también de 11 años, aunque le emociona vivir la experiencia, su adaptación ha sido manejada en todo sentido.

“Es difícil, pero el staff nos cuida como si fueran nuestros padres”, dijo Knijff. “No es abrumador, aunque estoy ansioso y nervioso, pero es emocionante”.

El objetivo es que los estudiantes-jugadores vivan en residencia desde los 11 o 12 años hasta los 16, momento en el cual decidirán si continúan en la vía profesional o académica.

“Queremos que cada uno encuentre su camino”, explicó Heaps. “Algunos llegarán al primer equipo de San Diego FC, otros seguirán su formación universitaria, pero todos deben salir de aquí con una base sólida de carácter y educación”.

La respuesta del público ha sido abrumadora. Según Calderón, las primeras convocatorias se llenaron en cuestión de horas.

“Sabíamos que había interés, pero no imaginamos la magnitud”, dijo Calderón. “Eso nos confirma que el talento existe y sólo necesita oportunidades reales”.

Right to Dream, fundada originalmente en Ghana, ha desarrollado un modelo de academias que ya ha dado resultados en Europa y África, con jugadores que han llegado a clubes de la Premier League y otras ligas.

Según Heaps, el desembarco en San Diego representa una expansión estratégica hacia Estados Unidos, con el objetivo de crear una red de talento global que combine fútbol de alto nivel con formación humana.

“La visión es a largo plazo”, dijo Heaps. “Estamos sembrando algo que no se medirá sólo en resultados deportivos, sino en el tipo de personas que formamos. Queremos que nuestros jugadores sean líderes dentro y fuera de la cancha”.

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