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ascenso meteórico para luchar por un puesto en el Mundial 2026

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Cuando se dice Luis Suárez se piensa, inevitablemente, en el goleador uruguayo, el que apareció un poco antes en ese arte de hacer goles. Pero a partir de ahora, a partir del partido contra Venezuela, decir Luis Suárez en Colombia es hablar de un goleador nuestro, propio, samario, potente, demoledor, persistente, lleno de sueños: un día dijo que quería ser futbolista, lo es. Dijo que quería jugar en Europa, lo hizo. Dijo que quería llegar a la Selección, ya llegó. Y como ya dijo que quiere ir al Mundial, probablemente lo hará.

En el partido contra Venezuela de la eliminatoria, el martes pasado, Suárez era un ‘9’ inofensivo. Pasó 42 minutos jugando a despistar a los defensas, porque cuando los vio parpadear, lanzó su primer zarpazo. Hizo uno, dos, tres, cuatro goles, porque si algo tiene este delantero es que cumple su oficio en la vida: patear y anotar. Para eso lo trajeron al mundo el 2 de diciembre de 1997, en la calurosa Santa Marta. Cuando su mamá dio a luz a Luis, no imaginaba que el hijo iba a ser futbolista, no sabía cuál iba a ser su oficio en la cancha. La única certeza era que se iba a llamar Luis Suárez.

Luis Suárez Foto:AFP

Las raíces de Suárez

Dicen que la Costa es tierra de goleadores. Iguarán, Valenciano, Falcao y tantos otros. Así que Luis nació en tierra de artilleros. Ya tenía una ventaja. En Santa Marta comenzó a jugar a la pelota, eso de jugar en la arena le venía bien. Empezó en equipos locales, como el Club José Otero; luego se fue al Club Versalles, donde empezó a marcar diferencia; no es que fuera un crac, es que hacía goles, y hacer goles es sinónimo de triunfo, por eso lo llevaron a una selección del Magdalena y no paraba de anotar. Y por eso, para algunos no es sorpresa que le metiera cuatro goles a Venezuela. Luis es así, goleador. Lástima que poco jugó en Colombia, apenas tuvo un paso breve por el club Leones de la B, donde estuvo un año y, cuando cumplió 18 años, quedó listo para dar el rápido salto al fútbol europeo.

Suárez ha sido un delantero silencioso, de esos que trabajan por una oportunidad y les toca hacer el doble o el triple o hasta un póker para que los miren. Desde chico fue así, persistente. Uno de sus formadores, Valmiro Viana, dijo recientemente una frase que resume quién es Luis Suárez: “Luis es más mental, más carácter que talento”, dijo en Blu Radio. Y contó una anécdota que habla de esa persistencia desde antes de ser quien es. “Me dijo: ‘Voy a ser futbolista profesional y me haré un tatuaje que tú no me permites. Me tatuaré cuando juegue en Europa, otro cuando juegue en la Champions, y el tercero cuando debute en el Mundial’. Hoy ya tiene tres, le falta uno”.

Luis Suárez y su familia. Foto:Redes Luis Suárez

Luis llegó a España a la juvenil del Granada. Pasó por el Watford inglés, porque el dueño era el mismo del Granada, y lo cedió al Real Valladolid, luego pasó al Nástic de Tarragona, al Zaragoza, de nuevo al Granada, fue al Olympique de Marsella, al Almería, donde tuvo una extraordinaria actuación, pues en la temporada 2024-2025 anotó 31 goles. Fue cuando llegaron desde el Sporting de Portugal para ficharlo. Luis Felipe Posso, quien fue su empresario, recuerda ahora: “Vi en él a un jugador que manejaba los dos perfiles, que hacía goles y no paraba de correr y hacer presión alta. Yo lo comparaba con los uruguayos Cavani y Luis Suárez”.

Suárez y la Selección

Jugar en la Selección era su obsesión. Por eso no se lo creía cuando recibió su primera convocatoria en 2022 con el técnico Carlos Queiroz. Pero no ha sido un delantero reconocido con el equipo de su país. En 2020 contó que tras un partido contra el Real Madrid donde estaba James Rodríguez tuvieron una charla en la que Luis le prometió que un día estarían juntos en la Selección. “Eso espero”, le dijo el ‘10’. Suárez es hombre de promesas que sí se cumplen. Y de batallas, como la que libró en 2023 con una lesión de peroné que lo llevó a caer en una depresión de la que solo pudo salir con ayuda psicológica y de su familia.

Luis Javier Suárez Foto:AFP

Los últimos meses han sido especiales. No solo por los goles que hizo con el Almería, sino porque en junio fue convocado por Néstor Lorenzo para los partidos contra Argentina y Perú. Se fue en el momento en el que Almería más lo necesitaba para intentar ascender, pero el destino de los goleadores es así, ir a donde los reclama el gol. Recibió el llamado para los partidos finales de la eliminatoria, y esos cuatro goles contra Venezuela son su desahogo, como quien dice: ‘Este soy yo, mírenme, me la paso haciendo goles y no se habían dado cuenta, soy el Luis Suárez colombiano’. Tras su gran actuación contra Venezuela su nombre adquirió la resonancia que esperaba. “El sueño de niño llegó, nadie dijo que fuese fácil llegar hasta acá, representar a un país tan grande como el nuestro es el mayor deseo que Dios me pudo conceder”, escribió en sus redes. La primera reacción vino de su pareja, Carolina Rubia, madre de su bebé. “Eres el claro ejemplo de que bajo la humildad se llega donde uno quiere. Dios te dio esa oportunidad y no la desperdiciaste, sino que enseñaste el verdadero poder de la bendición. Te amamos, papá, qué orgullo tenerte como padre de mi hijo”.

Luis Suárez, que en diciembre cumplirá 28 años, necesitó hacer 4 goles para que toda Colombia lo volteara a mirar y se fijara en él. Su nombre ya no es coincidencia, es el sello de un goleador nuestro, propio, colombiano. 

Selección Colombia Foto:EFE

PABLO ROMERO

X: @PabloRomeroET

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