Liverpool y Arsenal se enfrentaron en Anfield este domingo por la tercera fecha de la Premier League en un duelo que prometía emociones, pero que durante gran parte del encuentro estuvo más marcado por la intensidad que por la claridad ofensiva. Ninguno de los dos equipos lució en plenitud, ambos con plantillas renovadas y en proceso de adaptación. Sin embargo, todo cambió en el minuto 82 con una genialidad de Dominik Szoboszlai.
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El húngaro, que jugó como lateral derecho en este encuentro, tomó la responsabilidad de ejecutar una falta lejana, centrada y a más de 20 metros de la portería de David Raya. Su disparo fue impecable: potencia, efecto, colocación y un rebote en el poste antes de ingresar a la red. Un gol inatajable, que rompió la resistencia del Arsenal y aseguró la victoria de los ‘Reds’.
Para entonces, el conjunto dirigido por Arne Slot había sido superior en la segunda mitad, presionando más arriba y limitando las salidas de los londinenses. Sin demasiadas ocasiones claras, Liverpool encontró en la pegada de Szoboszlai el recurso que necesitaba para mantener el paso perfecto en la Premier League, con tres victorias en tres jornadas.
Nuevos fichajes, dudas y lesiones menores
Tanto Liverpool como Arsenal se presentaron con refuerzos de alto perfil, pero aún lejos de su mejor versión. Florian Wirtz, fichaje estelar de los ‘Reds’ por €125 millones de euros, mostró destellos intermitentes y terminó el encuentro sustituido por calambres, al igual que Ibrahima Konaté. El propio Slot aclaró después del partido que ambos casos no fueron lesiones graves: “Konaté piensa que es un calambre y no tengo razón para dudar de él. Lo de Wirtz también fue eso, aunque después de 85 minutos no sabía que podía tener calambres en tantos lugares distintos”.
En el Arsenal, Mikel Arteta sigue ajustando su medio campo. Martín Zubimendi y Gyokeres aún se ven poco integrados, mientras que Eberechi Eze tuvo sus primeros minutos como emergente solución en el tramo final. La ausencia de Saka y Odegaard pesó más de lo esperado, dejando al equipo con menos creatividad de la habitual.
Durante la primera mitad apenas se contabilizaron opciones claras: un disparo de Gakpo desviado, una volea de Madueke atajada por Alisson y algún intento sin peligro de Timber y Calafiori. Las defensas se impusieron a los ataques y el ritmo del partido, aunque alto, fue caótico.
La diferencia llegó en una sola jugada, un destello de calidad individual. Szoboszlai marcó uno de los goles más espectaculares de la temporada y Liverpool se quedó con un triunfo que lo mantiene como líder invicto. El Arsenal, en cambio, regresa con la sensación de que le falta camino por recorrer para competir al máximo nivel en este arranque de Premier.
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