El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, abrió un nuevo capítulo en el debate sobre la sede de la Selección Colombia. Su propuesta: que la Tricolor juegue en el renovado estadio El Campín a partir de 2029, cuando se espera que finalicen las obras de reconstrucción.
El proyecto contempla un escenario moderno, con más de 50.000 asientos, superando la capacidad del Metropolitano de Barranquilla, actual casa del combinado nacional. Para Galán, la capital reúne todas las condiciones para recibir partidos de Eliminatorias y otros eventos de la Conmebol.
“Con la capacidad superior a 50.000 espectadores, podemos aspirar a competir por ese tipo de eventos internacionales. Bogotá tiene toda la infraestructura hotelera, gastronómica y de transporte. Ser sede de Eliminatorias es una aspiración que tenemos y vamos a trabajar para lograrlo”, afirmó el mandatario.
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Sin embargo, la idea choca con la posición de la Federación Colombiana de Fútbol. Desde marzo de 2024, su presidente, Ramón Jesurún, ha descartado la posibilidad de trasladar la sede a Bogotá, argumentando factores médicos y fisiológicos que favorecerían a Barranquilla. También ha defendido la tradición y los buenos resultados conseguidos en la capital del Atlántico.
El equipo nacional no juega un partido oficial en Bogotá desde las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010. Su última visita fue en 2019, en un amistoso.
La renovación de El Campín —que comenzará en 2026— contempla no solo un estadio de primer nivel, sino también una modernización total de sus alrededores, con zonas comerciales, culturales y de entretenimiento. Esto, según Galán, le daría a la ciudad un argumento adicional para competir con otras sedes internacionales.
Ahora, la pelota queda en el campo de la FCF, que deberá decidir si la casa de la Selección seguirá en Barranquilla o si, con un nuevo escenario en Bogotá, el cambio se convierte en una realidad.
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