El que a hierro mata a hierro muere. Eso le paso al superfavorito PSG, que venía aplastando rivales como si fueran cucarachas, y que ayer fue despachurrado por el Chelsea –hasta ‘modesto Chelsea’– la final del primer Mundial de Clubes con formato de Copa del Mundo. Tan feo se vio al PSG que, con la goleada 3-0 ya definida, terminó siendo un equipo vulgar, tirando patadas para tarjetas rojas (una la mostraron, la otra se la perdonaron), y buscando camorra después del pitazo final.
Nada que ver con el equipo elogiado al máximo, al que, exultantes, llamaron “perfecto” porque el centrodelantero corretea defensas rivales…
Derrota incuestionable del PSG
Hasta Luis Enrique, su alabado entrenador, famoso además por sus ruedas de prensa de elogios al rival, con frases de aceptación “de lo que traiga el fútbol” como sacadas de un libro barato de autoayuda, junto con su portero Donnarumma, se fue de bravucón a cobrarle la derrota a João Pedro, del Chelsea, al final del partido. La derrota incuestionable, con momentos de baile, lo dejó caliente. Luego se calmó, recibió con sus jugadores la medalla de subcampeón y dijo que fue a evitar la pelea, cuando se ve que él mete el manotón…
Chelsea Campeón del Mundial de Clubes. Foto:EFE
El campeón Chelsea los superó de forma absoluta. En el primer tiempo fue un huracán que levantó al PSG con intensidad y marcas en la nuca de Vitinha, João Neves y Fabián Ruiz. Sin mediocampo, los laterales del PSG no tuvieron alas y sus delanteros quedaron aislados, sin balones para ir al espacio ¡ni defensas rivales para corretear!
Chelsea vs. PSG Foto:EFE
Lejos de la idolatría por los técnicos y de los rótulos que les ponen a los equipos que ganan, como “fútbol funcional”, “fútbol total” o “superfútbol” con los que estallaron los fuegos artificiales para Luis Enrique, estaba hace un mes Enzo Maresca, el hoy entrenador italiano campeón del Mundial de Clubes, un semidesconocido que como mayores logros tenía el ascenso del Leeds a la Premier League y haber sido coasistente de Pep Guardiola en el Manchester City.
Es fútbol, nada más que eso
Chelsea vs. PSG. Foto:EFE
Y Maresca derrotó al estratosférico PSG con un equipo que corrió como si el mundo se fuera a acabar, que tuvo un centrodelantero que hizo goles, un marcapunta que marcó y atacó, un portero que atajó y un volante que hizo pases… Quizás a eso los sabihondos y gurús de clic rápido llamen ahora “fútbol primordial” o algo así. ¡Je, je! Es fútbol, nada más que eso.
Chelsea vs. PSG. Foto:EFE
Chelsea jugó sin miedo, sin reverenciar al rival. Salió a vencerlo desde la primera pelota y a hacerle otro gol después del primero, y a meterle otro tras el segundo. Puso la cabeza en las tareas específicas de marca y creación, con jugadas de ataque por las bandas para terminarlas por dentro: Palmer empezaba en la derecha y terminó anotando por el centro, João Pedro, al revés, se fue del centro a la banda… Y puso el corazón en la suela de los guayos de Cucurella, Caicedo y Enzo Fernández… ¡Pa’ bravos, ellos! Al PSG lo midieron con su misma vara…
Se acabó el primer Mundial de Clubes con formato de Copa del Mundo y venció por goleada a sus críticos. Salió bueno. Seguro vendrán más. ¡Ojalá!
Meluk le cuenta
GABRIEL MELUK
Editor de DEPORTES
@MelukLeCuenta