Todo puede suceder, aunque pocas veces la elección del Balón de Oro presenta un panorama tan claro como el de este 2025. El candidato de hierro es Dembelé, aunque no hay que descartar que pueda recaer en Lamine Yamal, quien ejerce mayor magnetismo.
Y seguramente será un homenaje a la calidad de Vitinha y de Pedri. Incluso Raphinha reunirá unos cuantos votos. Los cinco poseen las condiciones esenciales que deben ser exigibles para un aspirante al Balón o a la nómina: grandes actuaciones individuales, títulos colectivos, capacidad técnica, liderazgo, regularidad y goles, en ese orden, pues un zaguero o un centrocampista pueden redondear un año excepcional y no reunir demasiadas anotaciones por el lugar del campo en que se desempeñan.
(Tabla de posiciones de la Liga BetPlay: Nacional se acercó a la punta y Tolima y Bucaramanga dieron un salto enorme)
Ousmane Dembelé y Lamine Yamal están en la primera línea de favoritismo.
Pasó en la edición anterior, en que Rodri conquistó el preciado trofeo habiendo convertido apenas nueve veces. Sin embargo, su influencia fue tan sensacional en el juego de España y del Manchester City que se premió eso, su clase, se le cae fútbol del saco.
Lamine Yamal Foto:AFP
Pero se le da exagerada importancia al gol por el gol mismo, por el número, por eso aparecen, sobre todo, delanteros. Con frecuencia las estadísticas encandilan más que el juego. Como sea, siempre se resalta a creadores y goleadores y de ellos está plagada esta lista. De hecho, apenas hay dos defensas: Achraf Hakimi y Virgil Van Dijk. Dos entre treinta nominados (7 por ciento).
Antes de discurrir sobre merecimientos, es relevante acotar que el período de elegibilidad en esta ocasión fue del primero de agosto de 2024 al 31 de julio último. Todo lo que pudieron hacer antes o con posterioridad a esa fecha no sirve para ponderar. La entrega del galardón tendrá lugar el lunes 22 de septiembre en París.
Como siempre, la que termina decidiendo es la Champions League. El desbordado eurocentrismo que prima en esta elección tiene anteojeras, no ve más allá del Viejo Continente.
Ousmane Dembele Foto:Getty Images via AFP
Para que un futbolista que actúa en Sudamérica tenga mínima opción de triunfo debe ganar la Copa del Mundo. Si Botafogo, vencedor de la Libertadores, hubiese conquistado también el Mundial de Clubes, tampoco le hubiese alcanzado a alguna de sus figuras para meterse en la pelea del Balón de Oro. No lo consideran.
Ousmane Dembelé y Lamine Yamal están en la primera línea de favoritismo. Las casas de apuestas coinciden en el podio: 1) Dembelé, 2) Lamine, 3) Vitinha. El atacante francés paga entre 1,25 y 1,33 por cada euro apostado a su favor. Lamine va de 3,50 a 5; muy despegado viene el portugués, que cotiza a 11 en algunos casos y a 15 en otros.
Gianluigi Donnarumma Foto:AFP
Ousmane ha tenido un cambio casi increíble: de ser poco menos que una desgracia para el FC Barcelona, por lo mucho que costó y lo poco que rindió, se erigió en una estrella en el Paris Saint Germain. Su temporada 2024-2025 fue sencillamente extraordinaria: señalo 37 goles (35 con el PSG, 2 con la Selección Francesa) y dio 16 asistencias.
Además, acumuló cuatro coronas: triplete en Francia (Supercopa, Copa y Liga) y la tan ansiada Champions League que el club parisino buscaba casi desesperadamente. Torneo en el que fue elegido el mejor con todo derecho pues resultó decisivo con 8 goles y 6 servicios de gol. También llegó a la final del Mundial de clubes.
Por encima de todo ello, fue un abrelatas con su velocidad y su desconcertante habilidad, con sus dos perfiles y su remate de ambas piernas. Y le agregó una cuota de sacrificio inédita en él: fue el primer factor de presión para el equipo rival, obligando a muchos errores adversarios. Si obtiene el Balón no puede caber la mínima discrepancia posible. En verdad es quien más lo merece.
Foto:AFP
Lamine alcanzó el mismo triplete que Ousmane, pero en España. Con el agregado de lograrlo en una liga más difícil. El PSG casi no tiene rivales en Francia, en cambio el Barça debe lidiar contra una fuerza muy poderosa, deportiva y políticamente, como el Real Madrid. Y también el Atlético de Madrid. Y llegó a las semifinales de Champions y a la final de la Liga de Naciones de Europa. Pero lo suyo se potencia por haberlo hecho todo con apenas 17 años y porque es el único futbolista en condiciones de convertirse en superestrella mundial, el que puede recibir el testimonio de Messi por la fantasía de su fútbol.
Mbappé es derribado. Foto:EFE
Es distinto a todos los demás, es la habilidad en grado extremo, la osadía de enfrentar a tres zagueros y pasarlos, el remate maravilloso al ángulo, la serenidad del que sabe todo con la bola. Podría ganar y no sería un escándalo, sin embargo, por logros viene segundo.
Vitinha está en línea con Pedri. Ambos son dos centrocampistas jóvenes de juego supremo, dos sabios con la pelota, en la distribución y conducción, con notable criterio ofensivo. En la misma línea de Pedri: los que hacen jugar a todo el equipo (Mac Allister es del mismo estilo).
La llevan pegada al pie con gran sensibilidad, nunca están apurados por el rival, siempre tienen el segundo de más para descargar con acierto. Y todo hacia adelante. Dos fenómenos que merecen la consideración de, al menos, disputar el tercer lugar. Con ellos pelea codo a codo Raphinha. El brasileño deslumbró en el Barcelona con 34 goles y 23 asistencias. Está quinto entre los más apostados.
Cole Palmer Foto:Getty Images via AFP
Luego, mucho más lejos, el pelotón. El PSG tiene nueve jugadores nominados (Dembelé, Donnarumma, Doué, Hakimi, Kvaratskhelia, Nuno Mendes, Joao Neves, Vitinha y Fabián Ruiz). No obstante, pudo tener once y no hubiera estado mal, pues la prestación de Marquinhos y Willian Pacho en las cinco competiciones que disputó fue de altísimo nivel y regularidad.
Mbappé cerró su décima temporada en Primera con 44 goles, que suenan muy bien, pero no sirvieron para alzar ningún título importante, incluso perdieron los cinco clásicos jugados ante el Barcelona. A nadie se le ocurriría poner de primero a Mbappé, al menos en esta ocasión.
Hacer goles es una parte del juego, no toda. Si esos goles tuviesen mayor grado de influencia tendría mejores oportunidades de obtener el premio. También le juegan en contra sus limitaciones técnicas. Se trata de usted con la pelota.
Viktor Gyökeres, el artillero sueco del Sporting de Portugal (traspasado en 77 millones de dólares al Arsenal), tuvo una temporada de ensueño: 52 goles en 54 partidos. Y dos coronas en el bolso: liga y copa. Pero es muy similar a Mbappé: tampoco le sobra magia en los pies, es todo potencia y remate, necesita espacios para hacer pesar su fortaleza goleadora. Serhou Guirassy, el franco-guineano del Borussia Dortmund, explotó la 2023-2024 en el Sttutgart con 30 goles y asombró en este curso con 38 conversiones, siendo goleador de la Liga de Campeones (compartido con Raphinha) con alta marca: 13 goles.
Jude Bellingham y Lamine Yamal. Foto:EFE
La nominación hace justicia con dos volantes ingleses: Cole Palmer, finísimo zurdo, lleno de gol y determinante en la conquista del Mundial de Clubes, y con Scott McTominay, un volcán en el medio, con incansable ida y vuelta. El Manchester United casi se lo regaló al Napoli. En su primer año, Scott marcó 13 goles, dio 4 asistencias, fue campeón de la Serie A y elegido mejor jugador de Italia.
Lo inentendible es la inclusión de Vinicius y Bellingham, ambos de pésimo rendimiento en este 2024-2025. Capitán y almirante del naufragio del Real Madrid. Quizás los dos peores en un año nefasto. Pero la mediatización y el peso del club madrileño en los despachos ejercen mucha presión. Siempre hay que nombrar un par del Madrid, aunque hayan fracasado. La figuración injustificada de Vinicius y Bellingham le impidió integrar la lista a otros elementos que seguramente sí lo ameritaban.
Jorge Barraza
Para EL TIEMPO
@JorgeBarrazaOK